A
la hora de realizar la presentación de mi PLE (o Entorno Personal de
Aprendizaje) en Power Point, que tuvisteis la oportunidad de ver en la anterior
entrada, utilicé el modelo Pecha Kucha. Este consiste en un sistema de presentación
formado por veinte diapositivas de tal forma que se pasa de una a otra cada
veinte segundos de forma automática. En esta entrada voy a realizar una
reflexión sobre mi experiencia utilizando este sistema de presentación para
exponer mi PLE.
Se
presupone de primera mano que este modelo se utiliza para evitar que el ponente
que realiza una exposición realice un uso indiscriminado del tiempo a la hora
de tratar una temática concreta, es decir, que no se exceda en el tiempo al
exponer un ítem o diapositiva. Con respecto a esta organización del tiempo, si
me parece un sistema adecuado pero, desde mi experiencia, puedo observar una
serie de inconvenientes o pequeñas dificultades para la persona que decide
realizar una presentación utilizando Pecha Kucha.
En
primer lugar, a la hora de exponer pueden tratarse diversos temas, de los
cuales unos pueden ser de mayor importancia que otros. Pues pienso que con este
sistema, al tener un tiempo concreto para tratar cada imagen visual, debes
darle prácticamente la misma importancia a todos los temas o reducir ámpliamente datos sobre temáticas menos significativas y que, quizás, también
puedan ser de interés para las personas que muestren interés en la presentación.
Por
otra parte, a la hora de explicar una de las imágenes de la presentación, al
ponente se le añade la presión de ceñirse de una manera muy rigurosa al tiempo
en el que se visualiza cada diapositiva, a fin de que no llegue a provocarse
una descoordinación entre el texto oral y el texto ilustrativo. Esto puedo
incurrir en un mayor estado de tensión o nerviosismo, sobre todo si la
experiencia con el sistema Pecha Kucha es escasa o nula.
A
modo de reflexión, quiero decir que me parece más adecuado un sistema de
presentación en el que el individuo debe ceñirse a un tiempo concreto de forma
general (para toda la exposición), en
lugar de tener un tiempo concreto diapositiva por diapositiva. De esta forma,
la fluidez de emisión de contenidos resulta más adecuada, así como el estado mental
personal propio del ser humano que realiza la presentación, desde mi punto de
vista. Así, se dan factores más adecuados que también beneficiarían a los
usuarios a los que va dedicada la presentación.
Con
estas palabras, no pretendo indicar que no deba practicarse ni que no sea un
modelo adecuado, pero si que desde mi opinión, deberían incluirse una serie de
mejoras en Pecha Kucha. De todas formas, quiero finalizar invitando a mis
lectores a que utilicen este método alguna vez si nunca lo han hecho, porque el
aprendizaje a través de la experiencia es fundamental.